La investigadora Gloria Cuenca de la Universidad de Zaragoza y el proyecto Atapuerca nos ha enviado una nota la importancia de los museos. Os la adjuntamos porque hay opiniones muy interesantes.
Gracias Gloria
Los Museos son fascinantes. Los fantásticos cuentos de la niñez hechos realidad en las vitrinas donde encontramos lo que cuentan los restos de culturas pasadas y extinguidas y de los animales que vivieron en otras vidas de nuestro planeta tierra. Creo que los Museos son la salvaguarda del pasado, del presente y del futuro. Museos hechos para soñar, para recordar, para aprender, para investigar, para inspiración de artistas.
Christopher Kemp me ha recordado mi respeto y admiración por los Museos, especialmente por sus conservadores, restauradores, guardas, colaboradores voluntarios e investigadores que mantienen las colecciones para que nosotros y las generaciones venideras puedan seguir aprendiendo y disfrutando de los Museos. En este caso se trata de los Museos de Ciencias Naturales.
Kemp, en un artículo publicado hace poco más de un año en la prestigiosa revista Nature habla de las valiosísimas colecciones de los museos, algunas han permitido describir especies nuevas y desconocidas que habían pasado desapercibidas cuando se recogieron los ejemplares. Algunas tienen más de cien años, como muchos de los ejemplares de la colección del Museo de Ciencias Naturales de la UZ. Los museos son el seguro de nuestro futuro, porque son el almacén y la cámara que guarda nuestro más preciado tesoro: los pedazos de nuestro planeta vivo. El almacén de toda la vida que existe y ha existido. Desafortunadamente, como cita Kemp, los Museos se están quedando sin especialistas porque hay pocos recursos para conservar las colecciones. El público quiere historias dicen, pero sin las colecciones no hay datos que nos permitan contar historias.
Además, un nuevo y moderno futuro les espera sin embargo a las colecciones de los Museos, se están descubriendo secretos del ADN, en algunos casos imposibles ya de descubrir en la naturaleza, virus que nos pueden enseñar cómo detectar y defendernos de perniciosas y peligrosas enfermedades. Y para mi, lo más importante, preservan la belleza y la maravilla de la vida en nuestro planeta, y pueden enseñarnos a parar esta desastrosa carrera hacia la extinción, porque podemos encontrar medios para evitarla.
La referencia al trabajo es Kemp, C. 2015. The endangered dead. Nature 518, 292-294.