Lucas Mallada y Pueyo (1841-1921) nació el 18 de octubre de 1841 en Huesca donde permaneció hasta que se trasladó a Zaragoza para cursar parte de sus estudios de bachillerato que finalizó en Madrid. En 1860 se matriculó en Ingeniería de minas, estudios que finalizó en el curso 1865-66, siendo el noveno de su promoción. Posteriormente, ingresó como ingeniero en prácticas en el cuerpo de minas con el número 123. Su primer destino fueron las minas de Almadén (Ciudad Real), donde permaneció menos de un año. En 1867 se incorporó al distrito minero de Oviedo, y es en la Escuela de capataces en Sama de Langreo donde empezó su labor docente. En 1869 cambió de destino a Teruel como ingeniero segundo pero poco tiempo después,  el 18 de agosto de 1870, fue convocado para incorporarse al equipo de la nueva Comisión del Mapa Geológico de España, actual Instituto Geológico y Minero, creada por Isabel II . Sin duda fue un paso importante, ya que cambiaba un destino relativamente cercano de su Huesca natal por otro, sin duda fascinante, pero mastodóntico en cuanto al trabajo a realizar. Esto solo fue el comienzo, ya que Mallada estuvo 41 años ligado de una manera u otra a la Comisión del Mapa Geológico hasta su jubilación en 1911. Los años que ejerció como catedrático de Paleontología en la escuela de minas (1879-1892) fue vocal o miembro agregado a la comisión.

Lucas Malla y Pueyo (1841-1921)

 

A lo largo de su vida profesional, Mallada desarrolló un intenso trabajo de campo para la elaboración del mapa geológico de España. Fue el redactor de las memorias de muchos de los mapas provinciales que le fueron encomendados como Cáceres, Córdoba, Huesca, Jaén, Tarragona, Navarra, Teruel o Toledo. Además, fue el encargado de escribir la “Explicación del Mapa Geológico de España” publicado en siete tomos entre 1895 y 1911. Otra de sus obras monumentales fue la “Sinopsis de las especies fósiles que se han encontrado en España”, que quedó inacabada, pero la información que había recogido fue publicada en 1892 en el “Catálogo general de las especies fósiles que se han encontrado en España”, tarea por la que se le considera fundador de la paleontología moderna de España. A lo largo de su vida publicó una ingente cantidad de artículos tanto de carácter científico como sociopolítico, llegando a ocupar el puesto de Catedrático de Paleontología en la Escuela de Minas Madrid y rechazando la alcaldía de esta misma ciudad. En 1895 fue elegido miembro de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales.

Es indiscutible la gran capacidad de trabajo y el entusiasmo para sentar las bases del conocimiento de la geología nacional pero, además, u trabajo de campo por el mundo rural  le hizo ver la gran pobreza en que vivían los españoles. Esta visión le llevó a participar de manera activa en el movimiento regeneracionista finisecular con publicaciones de tipo social como “Causas físicas y geológicas de la pobreza de nuestro suelo”, “Proyecto de una nueva división territorial de España”, “Las cartas aragonesas” (dirigidas al joven rey Alfonso XIII), o “Los males de la patria«. Mallada, falleció en Madrid el 7 de febrero de 1921 a los 79 años de edad. Su testamento pedía que “su entierro fuera el más modesto, sin repartir esquelas, ni publicar anuncios en los periódicos, sin que la comitiva lleve coronas”

Información extraída de Alastrue (1983), Calvo Roy (2000, 2005), y Rábano (2015).

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